Esta semana me encantó, pues tuve a una paciente muy perseverante y fueron muy productivas sus sesiones, ella mencionaba que lo quería lograr era que se le quitara el dolor pues no era muy agradable. El día de hoy la paciente llegó con un poco de dolor, mencionaba que una noche anterior tuvo ese dolor constante, aunque un poco menos que al inicio de su tratamiento pero si le molestaba. Ella al final de la sesión se fue muy feliz, literalmente nos dijo "Ahora si me voy feliz porque no tengo nada de dolor, muchas gracias", sentí mucha satisfacción el ver la evolución de la paciente y fue muy gratificante el saber que podemos ayudar y aliviar esas tensiones o ese estrés de la vida diaria, incluso depresiones, con un poco de atención. Me reconforta el saber que nuestras manos y nuestros conocimientos puedan generar felicidad. Sé que estoy en el sitio correcto con la profesión correcta.
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